sábado, 30 de noviembre de 2013

Metrobús 314-Memorial New's Divine

En el proyecto original de las línea 5 el nombre de esta estación era Calle 314. Por cuestiones de política se decidió agregar al nombre Memorial New's Divine. El ícono representa, con muy poco tacto, los jóvenes saliendo del centro de diversión en una muchedumbre.

El 20 de junio de 2008 en un bar-discoteca de la Ciudad de México, personal de la Secretaría de Seguridad Pública encabezó un operativo policiaco para impedir la venta de bebidas alcohólicas y drogas a menores de edad. Pero debido a la fallida planeación policiaca, aunado al sobre cupo de personas y que la salida de emergencia estaba bloqueada, murieron asfixiadas 12 personas.

La policía detuvo al dueño del lugar, Alfredo Maya Ortiz y a los empleados, Víctor Rodrigo Delgado Hernández, Mariana de la Cruz Gayosso y Juan Andrés Santos, como presuntos responsables de lo sucedido, mientras tanto, la Secretaría de Seguridad Pública, incriminaba al dueño del establecimiento, Alfredo Maya, de haber sido el culpable de la estampida que causó la muerte de las doce personas.

La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, a cargo del Ombudsman Emilio Álvarez Icaza, elaboró un Informe Especial en donde se comprueban las diversas violaciones a Derechos Humanos por parte de la Secretaría de Seguridad Pública del D.F. (SSPDF), la Procuraduría General de Justicia del D.F. (PGJDF) y personal de la delegación Gustavo A. Madero. Entre los altos funcionarios responsables de la tragedia se señalan a Joel Ortega Cuevas, como responsable de la SSPDF, al Subsecretario de la SSPDF, Luis Rosales Gamboa, Rodolfo Félix Cárdenas, a cargo de la PGJDF, y el ex-delegado de la Gustavo A. Madero, Francisco Chíguil.

El 23 de junio de 2008 se dio a conocer un video donde se demuestra que el caos lo originaron los policías, cuando, algunos de ellos con pasamontañas, entraron al bar discoteca con armas de asalto, a gritos y golpeando para desalojar el inmueble.

En esta prueba, se observa que es la policía quien cierra las puertas, creando un tapón humano, mientras, al interior golpeaban y proferían insultos a los jóvenes. También se ve al dueño del lugar dirigirse a los muchachos pidiendo que desalojen tranquila y ordenadamente, por ello, Alfredo Maya y Juan Andrés Santos, serían consignados por el delito de corrupción de menores y no por homicidio.

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